Nuestra influencia en el entorno

Saludos a tod@s mis seguidores!

En las puertas a la visita 4.000 al blog voy a rendiros un pequeño homenaje a todos aquellos que, bien sea en mensajes personales, bien sea a través de comentarios en el blog (aún son pocos!) me hacéis llegar vuestras palabras de aliento.

A todos y cada uno de vosotros. G R A C I A S

Gracias por hacer llegar el blog a la gente que lo necesita, gracias por hacerme comentarios hechos con el corazón sobre mis artículos de manera pública o privada y gracias por los ánimos a seguir. Y sobretodo, mil gracias por vuestros +1 de Google, me gusta del FB y Retweets!

Pero vayamos al tajo. Os traigo una de las reflexiones francas y directas de las que a mi me gustan. Os propongo para entrar en materia una visualización de un anuncio delicioso, del que muchos os acordaréis, que nos permitirá reflexionar acerca de nuestra influencia en el entorno vital que nos rodea. Ruego os relajéis y disfrutéis de esta obra de arte:

Enlaza al video

La primera vez que vi este anuncio fue por casualidad y me quedé en blanco. Es de estas revelaciones que te suceden en la vida que simplemente ocurren. Consiguen replantearte hasta lo más profundo de tu personalidad y potencian las ganas de mejorar y hacer lo posible y lo imposible para no parecerse en nada a ninguno de los actores que aparecen (exceptuando el último). 

Esta vez me gustaría ir más allá de lo evidente del anuncio, que es la educación infantil y tener bien presente que nuestros hábitos influencian de manera directa a nuestros pequeños, intentando relacionar el vídeo con el crecimiento personal. No es tan evidente pero espero lograrlo.

La primera sensación que nos viene a la cabeza al verlo es una reflexión acerca de nuestros hábitos. No vivimos solos. Formamos una sociedad y como tal debemos actuar. En el vídeo se pueden ver unas cuantas actitudes que claramente dañan a otros (incluso seres queridos) y también vemos unas cuantas oportunidades desperdiciadas de poder ayudar a la gente. 

Para mí, nuestra actitud a la hora de hacer cualquier cosa lo es todo. Sea lo que sea, vaciarse y darlo todo. Porque la alternativa a no darlo todo es la mediocridad y la mediocridad genera insatisfacción personal. Una consecuencia de nuestra actitud a la hora de enfocar las cosas es que esta puede influir a los demás. Si de cualquier situación sabemos sacar la parte positiva e irradiar felicidad, nuestro entorno absorberá este positivismo. 

Esto no quiere decir que no tengamos consciencia de nuestra realidad y tengamos identificadas aquellas situaciones/tareas en la vida que queramos cambiar. Aún así, si toca hacerlas, la actitud lo es todo.

El otro aspecto para el crecimiento personal que quería comentar con vosotros, afecta a la inteligencia emocional. A lo largo de mis artículos he insistido en que para crecer, os fabriquéis listas con las personas cuyos conocimientos os pueden ayudar. Hoy os pido que hagáis una lista acerca de qué es lo que sabéis y quién podría necesitar de vosotros para crecer. Ayudando a los demás potenciamos nuestra vertiente más humana. Nos llenamos de la gratitud del otro y sobretodo, ganamos en confianza personal (puesto que vemos que somos útiles). Y al mismo tiempo alguien de nuestro entorno gana! 

Si trabajáis en esta lista, desarrollaréis vuestra inteligencia emocional, y cada vez seréis más capaces de detectar cuándo una persona necesite de vuestra ayuda, pero no se atreve a pedirla.

Y es que la receta para el crecimiento personal de hoy consta de actitud positiva para irradiarla a nuestro entorno y detectar aquellas situaciones en las que podemos ayudar a quienes queremos:

Imaginad por un momento cómo mejoraría el mundo si cada uno de nosotros hiciese este ejercicio de manera franca y sincera y lo llevase a la práctica.

Salud y creced!