Este artículo va dedicado desde el fondo de mi corazón a unas de mis coachees. Acabo de salir de una sesión con ella y le he pedido permiso compartir parte de la temática de la sesión con todos vosotros.
El eje principal es la barrera mental. En coaching se entiende como barrera mental a cada porción de personalidad que nos impide actuar, rompiendo la tensión creativa. Como podréis suponer, las barreras mentales constituyen un freno en el proceso de aprendizaje y en la consecución de objetivos.
Están muy arraigadas a las creencias, y actúan como podadoras de alternativas, eliminando posibles opciones que sin ellas se nos abrirían.
En la sesión de hoy ha aflorado una barrera mental que de bien seguro estará presente en algunos de vosotros. Consiste en no hacer una cosa dando por supuesto que nos vamos a equivocar.
Esta es nuestra gran enemiga que hay que combatir hoy. Porque con esta actitud en la vida nos cerramos demasiadas puertas. Porque de esta manera somos nosotros mismos quien rebajamos nuestro nivel de autoconfianza. Porque el efecto Pigmalion actuando sobre nosotros de manera negativa tiene consecuencias devastadoras. Y sobretodo, porque no podemos ser tan crueles con nosotros mismos dándonos una única oportunidad de hacer algo e impidiéndonos la oportunidad de aprender.
Por todo ello, quiero dejaros una imagen:
Imaginad si vosotros de bebés hubieseis dejado actuar esta barrera. ¿Andaríais?
Salud y creced!
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